EL ASMA
UNIVERSIDAD TÉCNICA DE BABA HOYO
FACULTAD
CIENCIAS DE LA SALUD
SALUD Y
BIENESTAR
TEMA:
EL ASMA
NOMBRE:
IRENE ESCOBAR
CARRERA:
TERAPIA
RESPIRATORIA
AÑO LECTIVO:
2015-2016
INTRODUCCIÓN
Todos nos preguntamos sobre el origen
del asma, porque en algún momento nos hemos visto ante un caso de la
misma. No es rara enfermedad hoy en día, debido a que se encuentra en todas las
regiones del mundo y aunque se ha investigado durante el último siglo sobre
ella, se desconoce de una manera exacta las causas que la provocan. Se tiene sí
un conocimiento por parte de la comunidad científica y médica de que
contribuyen factores combinados de índole ambiental y genéticos.
La enfermedad del asma está
caracterizada por cuadros que se denominan "crisis" en que se
presenta dificultad para respirar, tos seca, sensación de pecho
cerrado, silbidos o chillidos en el pecho, y se caracteriza por períodos con
síntomas, alternados con períodos aparentemente normales. Así que pueden ir
ocurriendo ataques o crisis leves y en algunos casos las mismas pueden tener un
desenlace fatal. El asma es una afección directa de las vías aéreas y pueden
padecerla tanto hombres como mujeres en cualquier edad, se ha establecido que
no es contagiosa.
DESARROLLO
El asma es una enfermedad cada vez más frecuente entre los niños y los
jóvenes. Se calcula que la padece el 10 por ciento de la población infantil en
países industrializados, y en muchos casos la enfermedad aparece como respuesta
a determinados estímulos como el polen, los ácaros de polvo o ciertas
partículas de la piel del perro y del gato.
Esta enfermedad es la respuesta a determinados estímulos que producen
alergia: polen, ácaros del polvo, partículas de la piel de gato y del perro,
humo, aire frío, ciertos alimentos o aditivos alimenticios. Se caracteriza por
la aparición de episodios de dificultad respiratoria (crisis o ataques),
generalmente asociados a otros síntomas como tos, pitidos al respirar y
sensación de ahogo. Los síntomas varían según la edad.
De esta manera, en los niños prevalece principalmente la tos, en
especial durante la noche, mientras que en los adultos los tres principales
síntomas son rigidez en el pecho, silbidos y fatiga en la noche. En los últimos
años se ha registrado una mayor prevalencia y un aumento progresivo de casos en
niños y adolescentes, lo cual pone de manifiesto la necesidad de tomar medidas
preventivas. La curación del asma solamente puede alcanzarse en algunos casos
de asma alérgica o relacionada con el lugar de trabajo del paciente, siempre
que se pueda evitar el agente causal.
CAUSAS
Pólenes: Aunque la polinización se produce durante la primavera,
existen variaciones según los climas y tipos de plantas. Los síntomas suelen
detectarse con concentraciones superiores a 50 granos de polen por metro cúbico
de aire. El pequeño tamaño del polen favorece que quede suspendido en el aire
durante largo tiempo y recorra grandes distancias hasta penetrar en los conductos
respiratorios.
En España prevalece el polen de las gramíneas, el olivo en la zona sur
y la parietaria en la zona mediterránea. Acaros del polvo: Son parásitos
microscópicos que viven en el polvo de las casas y se alimentan de escamas
dérmicas y otros residuos. Necesitan unas condiciones precisas para desarrollarse:
25º C de temperatura y 85 por ciento de humedad.
En España los más importantes son los Dermatophagoides pteronyssinus y
Dermatophagoides Farinae.
Alimentos: Los episodios de asma relacionados con alimentos son
frecuentes durante la infancia y van acompañados de otros síntomas como
urticaria y vómitos, por lo que tienden a confundirse con intoxicaciones
alimentarias. Los productos que mayores reacciones provocan son la leche, los
huevos y el pescado. En la edad adulta este tipo de asma es menos frecuente.
Hongos: Algunos hongos producen alergenos que se depositan en sus
esporas, y la liberación de éstas depende de la humedad, la temperatura y la
existencia de materia orgánica en su entorno, como basuras o cortinas de baño.
Las épocas más favorables para su desarrollo son la primavera y el otoño, y
entre los más comunes destacan la alternaria, el cladosporium, el penicillium,
el aspergillus y el mucor.
SÍNTOMAS DE ASMA
Durante las crisis asmáticas la mucosa bronquial que recubre los
conductos respiratorios se inflama y se produce un moco espeso que obstruye los
conductos de las vías aéreas. Como consecuencia, los músculos que rodean estos
conductos se contraen y estrechan disminuyendo su diámetro, impiden el paso del
aire y complican la respiración. Las características básicas de la enfermedad
son las siguientes: Inflamación: Aumenta la sensibilidad bronquial y la
obstrucción. En ocasiones su origen es alérgico. Produce un incremento de las
secreciones y la contracción de la musculatura bronquial.
Aumento de la sensibilidad bronquial: Tras la exposición a diversos
estímulos (humos, gases, olores, aire frío o ejercicio), los bronquios de los
asmáticos se contraen produciendo el estrechamiento de la vía aérea.
Obstrucción bronquial: Es variable y reversible de manera espontánea o
con tratamiento. Durante las crisis el aire circula con dificultad produciendo
pitidos y sensación de fatiga o ahogo. En el momento en el que la crisis se
resuelve el aire puede moverse normalmente por los bronquios y desaparecen los
síntomas.
TIPOS DE ASMA
Existen diferentes clasificaciones del asma. En cuanto a su origen se
puede dividir en asma intrínseca y asma extrínseca o alérgica. El origen del
asma intrínseca es desconocido y se detecta con mayor frecuencia en la edad
adulta. Tiene un peor pronóstico que el de carácter alérgico y tiende a
cronificarse. El asma extrínseca, por su parte, consiste en una reacción
antígeno-anticuerpo que desencadena el proceso. Afecta principalmente a niños y
adultos jóvenes, se caracteriza por ataques reversibles y breves de
broncoespasmos con silbidos y dificultad respiratoria, y se controla con un
tratamiento adecuado.
La alergia es una alteración del mecanismo de defensa del organismo que
consiste en una reacción exagerada, por medio de un anticuerpo especial
(inmunoglobulina E), contra sustancias que, en principio, no son nocivas
(pólenes, ácaros, epitelios, alimentos o medicamentos). Cuando estos
anticuerpos, que se encuentran fijados en determinadas células, se unen a los
alergenos, se produce la liberación de ciertas sustancias que, directamente o a
través de otras células, provocan la inflamación del órgano donde se asientan
(bronquios, nariz, ojos o piel). Existe una predisposición heredada para
padecer alergia, pero la exposición a los alergenos es necesaria para
desarrollar la enfermedad.
El asma también se puede clasificar como leve, moderada o grave, según
la frecuencia e intensidad de los síntomas, la manera en la que repercute en la
actividad cotidiana y el grado de obstrucción bronquial. El asma leve se puede
controlar mediante tratamiento farmacológico y no suele alterar la vida
cotidiana de los enfermos; el asma moderada requiere tratamientos más severos e
interfiere con las actividades diarias de los pacientes; y el asma grave exige
un control continuo y puede poner en peligro la vida de las personas que la
sufren.
CÓMO SE PRODUCE
UN ATAQUE DE ASMA?
Cuando sucede una irregularidad en el ciclo de la respiración, por la
cual se acumula el aire en los bronquios y pulmones y el paciente no lo pueden
expulsar, se habla de ataque de asma. Veamos cómo sucede esto.
El ciclo de la respiración de forma completa se hace en tres tiempos:
inspiración, espiración y pausa. Normalmente estos tiempos se regulan
automáticamente, pero cuando falla esa regulación, la fase de la espiración no
se completa y el nuevo ciclo respiratorio se inicia con un residuo de aire en
el aparato respiratorio proveniente del ciclo anterior.
Si esta secuencia se repite, el ciclo respiratorio se inicia en forma
cada vez más prematura, el aire residual se va acumulando y aumentando su
presión en el interior del tórax, los músculos inspiratorios hacen un esfuerzo
enorme y la angustia del paciente crece, mientras los que están a su alrededor
y no comprenden el proceso creen que le falta aire y abren las ventanas, cuando
en realidad lo que le pasa es que no puede expulsar el aire que le sobra.
¿CÓMO ACTUAR
ANTE UN ATAQUE DE ASMA?
Ante un ataque de asma, lo más inmediato y urgente para devolver al
paciente su capacidad respiratoria es el broncodilatador, el conocido frasquito
en aerosol que los asmáticos llevan constantemente en su bolsillo porque nunca
saben en qué momento se va a producir el ataque. Pero esta no es más que una
solución de emergencia, no exenta de riesgos para el organismo.
NUEVOS HÁBITOS
COMO PREVENCIÓN
En cambio, la adquisición de ciertos hábitos contribuye a disminuir la
frecuencia de los ataques de asma y después de un tiempo lograr que los
síntomas desaparezcan. En primer lugar, hay que ampliar la capacidad
respiratoria.
Para esto son aconsejables los ejercicios respiratorios, prestando
atención especialmente al movimiento de la espiración, y cuando parezca que ya
ha salido todo el aire, hacer un esfuerzo para soltar todavía un poco más.
Luego, alargar la pausa todo lo posible, no volviendo a tomar aire hasta que el
cuerpo lo exija.
Son también de gran ayuda los ejercicios de relajación física y mental,
ya que las perturbaciones del ánimo a causa de tensiones, disgustos y otras
emociones negativas son una de las causas de los ataques de asma. Incluimos
entre estos recursos la práctica de la meditación, que tiene efectos muy
beneficiosos para el cuerpo y la mente.
Otra de las precauciones que se pueden tomar es que el ambiente donde
el paciente vive y trabaja sea limpio, libre de humo, olores fuertes y
sustancias que al inhalarlas sean irritantes para el sistema respiratorio, como
el polen de las plantas
También hay que tener cuidado con las alfombras, cortinas y tapizados
que puedan juntar polvo, son peligrosos para el asmático, así como las almohadas
de plumas, aunque éstas ya casi no se usan.
Es posible vencer al asma. Lleva tiempo y perseverancia, pero el
esfuerzo vale la pena.
DIAGNÓSTICOS
En primer lugar hay que hacer el diagnóstico clínico, basado en la
historia clínica donde se ponen de manifiesto los síntomas descritos con
anterioridad. Además hay que indagar en las características de las crisis,
forma de presentación, intervalo entre las crisis, desencadentes, periodo
estacional, evolución de la enfermedad y una anamnesis pedíatrica general al
objeto de poder hacer un diagnóstico diferencial de otras patologías
respiratorias que pueden cursar con los mismos síntomas que el asma. Con el fin
de poder objetivar la obstrucción al flujo aéreo, se hace el diagnóstico
funcional, que consiste en una prueba de función respiratoria (espirometría).
Tiene el inconveniente que requiere la colaboración del niño y por tanto se
realiza en niños por encima de los 6 años.
En todo niño en el que se sospeche un asma bronquial hay que realizar
la espirometría basal y con broncodilatador (dar al niño a inhalar un fármaco)
con el fin de demostrar que la obstrucción de la vía aérea es reversible
(característica del asma). Por último, un diagnóstico etiológico, dirigido a
buscar la causa que desencadena los síntomas; el identificar la causa es el
paso más importante para poder controlar la enfermedad.
TRATAMIENTOS
El tratamiento del asma debe cubrir varios frentes:
Inflamación de la mucosa bronquial
Broncoespasmo
Alergias
Enfermedades asociadas
Inflamación de la mucosa bronquial: En los últimos años se ha
demostrado que el tratamiento de la inflamación es la parte más importante del
tratamiento del asma. Hasta ahora se ponía demasiado énfasis en la
broncodilatación, pero si no se trata la inflamación, los efectos de los
broncodilatadores son efímeros. Existen diversos medicamentos que tienen efecto
antiinflamatorio en la mucosa bronquial, pero los más potentes y eficaces son
los corticoides (cortisona) inhalados. Por vía inhalatoria las dosis de
corticoides empleadas son muy bajas y producen un efecto tópico sin los efectos
secundarios de la administración por vía oral, endovenosa o intramuscular. Los
corticoides inhalados han pasado a ser el medicamento más importante en el
tratamiento del asma. Comienzan a prescribirse en pacientes con asma
persistente, es decir, aquellos en los que se producen síntomas varios días a
la semana, y en aquellos en los que se producen síntomas nocturnos. Para los
que los síntomas ocurren de forma esporádica, por ejemplo una o dos veces cada
15 días, no es necesario comenzar con corticoides y puede bastar con
broncodilatadores.
Broncoespasmo: Los corticoides inhalados no actúan de forma inmediata,
aunque cuando hacen efecto tras unos días de tratamiento, el broncoespasmo
remite. Pero para el tratamiento inmediato del mismo se utilizan
broncodilatadores que normalmente se administran por vía inhalatoria. Existen
dos tipos fundamentales según la duración de su acción: los broncodilatadores
de acción prolongada se toman por la mañana y por la noche todos los días, se
tengan o no síntomas, mientras que los de acción corta se suelen reservar para
tomar en caso de necesidad (sensación de ahogo, tos, etc). El objetivo
primordial es que los pacientes recurran a los broncodilatadores de acción
corta en muy contadas ocasiones. Si no es así, es necesario potenciar el
tratamiento antiinflamatorio. Obviamente, hay pacientes con asma severo que, a
pesar de recibir tratamiento antiinflamatorio máximo, requieren
broncodilatadores con frecuencia.
Alergias: En pacientes en los que se demuestra un componente alérgico,
el tratamiento con antihistamínicos puede ser beneficioso. Por otro lado, con
ciertas alergias existen tratamientos inmunológicos eficaces (vacunas) que
pueden ayudar notablemente en el control del asma. No obstante, lo más eficaz
en el tratamiento de las alergias es evitar o reducir en lo posible la
exposición a alergenos. Por ejemplo, en el caso de la alergia a los ácaros del
polvo, con medidas higiénicas de la casa sencillas se puede disminuir
considerablemente la presencia de los mismos.
ENFERMEDADES
ASOCIADAS Y MEDIDAS GENERALES
El reflujo gastroesofágico y la sinusitis crónica pueden agravar o
causar asma, por lo que es importante descartarlos en casos de asma que no responden
al tratamiento usual.
Obviamente, las personas con asma deben abstenerse completamente de
fumar puesto que el humo del tabaco es un irritante que produce inflamación de
los bronquios. Las exposiciones laborales que producen asma (harinas, maderas,
etc.) deben evitarse en lo posible mediante ventilación adecuada del aire y uso
de mascarillas de protección. En casos severos es necesario cambiar de trabajo.
CONCLUSION
El asma es una enfermedad más frecuente en niños causada por la
polinización que se produce durante la primavera, existen variaciones según los
climas y tipos de plantas.
BIBLIOGRAFÍA
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